Greenvep experience

Taking part in the “Greenvep: Volunteering for a Greener World” training in El Burgo has been one of the most inspiring experiences I’ve ever had. Before joining the project, I was already interested in environmental issues, but this training gave me a much deeper understanding of how some of my daily actions are connected to global challenges like climate change and social inequality. Through workshops and group discussions I learned not only about sustainability and green practices but also about cooperation, empathy, and active citizenship.

One of the biggest impacts this experience had on me is how it changed my attitude towards volunteering and social engagement. I realized that even small actions — such as organizing local clean-ups, promoting recycling, or raising awareness online — can make a real difference when we act collectively. The project also helped me become more open-minded and aware of how environmental issues are linked to gender equality and social justice. It reminded me that sustainability is not only about nature, but also about creating fairer and more inclusive communities.

Since leaving El Burgo, I have noticed positive changes in myself. I’m more conscious of my own habits, more motivated to get involved in local initiatives, and more confident in expressing my ideas about protecting the planet. This experience made me feel part of something bigger — a generation that truly cares and takes action for a greener future. I would absolutely recommend anyone to take part in a similar project. It’s not only an opportunity to learn and contribute, but also to grow personally, meet amazing people from different backgrounds, and discover new perspectives. Volunteering, for me, has become a way of life — a reminder that change starts with us, and that every small step counts towards

building a more sustainable and compassionate world.

Bárbara Fernández

Versión ESPAÑOL

Reflexión sobre mi experiencia en El Burgo – Greenvep: Volunteering for a Greener World Participar en la formación “Greenvep: Volunteering for a Greener World” en El Burgo ha sido una de las experiencias más inspiradoras que he tenido hasta ahora. Antes de unirme al proyecto, ya me interesaban los temas medioambientales, pero esta formación me dio una comprensión mucho más profunda de cómo algunas de mis acciones cotidianas están conectadas con desafíos globales como el cambio climático y la desigualdad social. A través

de talleres y debates en grupo aprendí no solo sobre sostenibilidad y prácticas ecológicas, sino también sobre cooperación, empatía y ciudadanía activa.

Uno de los mayores impactos que esta experiencia tuvo en mí fue el cambio en mi actitud hacia el voluntariado y el compromiso social. Me di cuenta de que incluso las pequeñas acciones —como organizar limpiezas locales, promover el reciclaje o concienciar a través de las redes sociales— pueden marcar una verdadera diferencia cuando actuamos colectivamente. El proyecto también me ayudó a ser más abierta y consciente de cómo los problemas medioambientales están relacionados con la igualdad de género y la justicia social. Me recordó que la sostenibilidad no trata solo de la naturaleza, sino también de construir comunidades más justas e inclusivas.

Desde que dejé El Burgo, he notado cambios positivos en mí misma. Soy más consciente de mis propios hábitos, tengo más motivación para involucrarme en iniciativas locales y me siento más segura al expresar mis ideas sobre la protección del planeta. Esta experiencia me hizo sentir parte de algo más grande: una generación que realmente se preocupa y actúa por un futuro más verde.

Recomendaría absolutamente a todo el mundo a participar en un proyecto similar. No solo es una oportunidad para aprender y contribuir, sino también para crecer personalmente, conocer a personas increíbles de diferentes orígenes y descubrir nuevas perspectivas. El voluntariado, para mí, se ha convertido en una forma de vida: un recordatorio de que el cambio empieza por nosotros, y de que cada pequeño paso cuenta para construir un mundo más sostenible y compasivo.

Bárbara Fernández
participante proyecto GREENVEP